El reconocido Astrofísico y profesor de la Universidad de Harvard, el Dr. Avi Loeb, recientemente hizo pública su hipótesis de que el universo podría haber sido creado por una civilización extraterrestre tecnológicamente muy avanzada, reportó Debate. Para explicar su idea, el Dr. Loeb desarrolló una nueva clasificación de cuatro tipos diferentes de potenciales civilizaciones extraterrestres, que podrían habitar en el Universo de acuerdo a su nivel de desarrollo tecnológico. La Clase D, en la cual se encontraría la humanidad, son aquellas civilizaciones que destruyen su hábitat natural, por el consumo de recursos naturales, y una baja conciencia del cuidado ambiental. Este tipo de civilizaciones no lograría sobrevivir a catástrofes naturales, ni amenazas globales.
Las civilizaciones clase C aún tienen un bajo nivel tecnológico y no pueden recrear las condiciones habitables de su planeta nativo, cuando su estrella muere. Por lo que dichas culturas estarían condenadas a la extinción, por no poder generar la suficiente energía para sobrevivir sin su estrella. Aparentemente nuestra especie podría estar a unos cuantos años de alcanzar este nivel de desarrollo, si logramos superar problemas como el cambio climático, conflictos bélicos y otras amenazas a nuestro hábitat.
Las civilizaciones clase B, en la propuesta del Dr. Avi Loeb, poseen una tecnología muy sofisticada. Ya que serían capaces de ajustar su ambiente para ser independientes de su propia estrella. Permitiéndoles sobrevivir en diferentes cuerpos celestes, aún sin el calor y la luz de un Sol. Estas culturas podrían ya haber colonizado diversos planetas, e incluso diferentes Sistemas Solares. Han alcanzado la tecnología para realizar viajes espaciales y son completamente autosuficientes.
Finalmente, las civilizaciones clase A, han logrado desarrollar una tecnología que sería absolutamente incomprensible para nosotros. Estas especies alienígenas son capaces de crear universos completos en sus laboratorios. De acuerdo con el profesor de Harvard, estas culturas dominarían la geometría plana y la energía neta cero del universo, creando nuevos universos a través de túneles cuánticos. Estas civilizaciones habrían superado todo límite a su supervivencia, haciéndolos inmortales.