La NASA organizará una rueda de prensa a las 10 a.m. EDT este jueves 14 de septiembre, en la sede de la agencia en Washington para discutir los hallazgos de un equipo de estudio independiente de fenómenos anómalos no identificados (UAP) que encargó en 2022. Unos 30 minutos antes de la sesión informativa, la agencia publicará el informe completo del equipo en línea, que tiene como objetivo informar a la NASA sobre qué posibles datos se podrían recopilar en el futuro para arrojar luz sobre la naturaleza y el origen de la UAP. El informe no es una revisión o evaluación de observaciones anteriores no identificables, de acuerdo con un comunicado de la propia NASA.
La agencia encargó a un panel de expertos en 2022 que examinara los datos relacionados con fenómenos anómalos no identificados (UAP), un nuevo término para los ovnis que ahora abarca objetos o eventos anormales en el cielo, bajo el agua o en el espacio que no se pueden identificar de inmediato. Ahora, el equipo está listo para publicar su primer informe el jueves (14 de septiembre) que ofrecerá sugerencias a la NASA sobre cómo recopilar y analizar mejor los datos que podrían ayudar a explicar la naturaleza y el origen de la UAP. La agencia se apresura a notar que el informe “no es una revisión o evaluación de observaciones anteriores no identificables”, según una declaración de la NASA que anuncia la sesión informativa.
El equipo de estudio de la UAP de 16 personas de la NASA incluye al ex astronauta Scott Kelly, una amplia variedad de expertos científicos de la academia, las industrias aeroespacial y de aviación, y un periodista científico. El equipo de estudio independiente de la UAP de la NASA ya ha celebrado una reunión pública, el 31 de mayo. Durante esa reunión, el grupo de expertos discutió en gran medida las formas en que se pueden recopilar mejores datos para ayudar a disipar parte del misterio que rodea a la UAP. Un tema común de la reunión fue la necesidad de más y mejor información. La escasez actual de datos de la UAP se debe en parte al hecho de que las capacidades de muchos de los sensores avanzados operados por el gobierno y el ejército de los Estados Unidos siguen siendo clasificadas.