Recientemente, la agencia espacial estadounidense, NASA por sus siglas en inglés, anunció la aprobación una innovadora misión que ha captado la atención de toda la comunidad científica y del público en general. La misión conocida como Landolt, tiene como objetivo poner en órbita terrestre la primer estrella artificial para el año 2029. Esta iniciativa promete revolucionar la astronomía y proporcionar datos cruciales sobre el brillo estelar y la posible habitabilidad de planetas fuera de nuestro sistema solar, reportó el portal Cronista.
La misión Landolt, nombrada en honor al astrónomo Arlo Landolt, es una colaboración entre la NASA y nueve universidades estadounidenses. Con una inversión de 19 millones y medio de dólares, buscará lanzar un pequeño satélite equipado con varios lásers que proporcionarán niveles de brillo constantes. Esta estrella artificial orbitará la Tierra a una distancia de más de 35 mil kilómetros.
El principal objetivo de Landolt es proporcionar un punto de referencia junto a estrellas reales para crear nuevos catálogos de brillo estelar. Durante su primer año, la órbita de la estrella artificial estará sincronizada con la velocidad de rotación de la Tierra, permaneciendo estacionaria sobre Estados Unidos. Esta posición permitirá a los astrónomos obtener datos más precisos sobre el brillo de otras estrellas y exoplanetas en órbita. Los datos precisos que la misión Landolt espera recabar podrían ayudar a determinar si algunos de esos exoplanetas que orbitan alrededor de estrellas distantes tienen océanos, lo que podría indicar la presencia de vida.
El satélite estará equipado con poderosos lásers que superarán una de las grandes limitaciones de las observaciones realizadas con telescopios terrestres: la variabilidad en el brillo. Al proporcionar un punto de referencia constante y conocido, los científicos podrán medir con mayor precisión el brillo absoluto de otras estrellas. Esto es crucial para entender la composición y las características de los planetas extrasolares.