Un equipo de investigadores ha documentado por primera vez el comportamiento de los chimpancés de cavar pozos poco profundos para obtener agua limpia en la selva de Waibira, en Uganda, África Oriental. Los científicos sospechan que este comportamiento fue introducido por Onyofi, una hembra inmigrante que llegó al grupo Waibira en 2015 y que provenía de un grupo silvestre que cavaba pozos en la sabana, un hábitat mucho más seco que el bosque húmedo.
Desde entonces, otras hembras y chimpancés jóvenes del grupo han imitado a Onyofi y han aprendido a hacer pozos junto a fuentes de agua abierta, como ríos o cuencas naturales, lo que sugiere que se trata de una práctica socialmente adquirida y transmitida. Los investigadores creen que el propósito de los pozos no es solo acceder al agua, sino también filtrarla, ya que los chimpancés podrían obtener agua más limpia o con un sabor diferente de un pozo que del agua superficial, que podría estar contaminada o tener parásitos.
Los chimpancés beben directamente de los pozos o usan hojas masticadas o musgo como esponjas para absorber el agua y exprimirla en sus bocas, lo que demuestra su capacidad para desarrollar herramientas y adaptarse a las condiciones ambientales. El comportamiento de cavar pozos es raro entre los animales y solo se había observado anteriormente en algunas especies que viven en zonas áridas o desérticas, como los elefantes, los perros salvajes africanos o los canguros rojos.
Los chimpancés son los parientes vivos más cercanos de los humanos y comparten con ellos el 98% del ADN. También tienen una inteligencia y una personalidad complejas, así como emociones como el amor, el miedo, la alegría o la tristeza. El estudio, publicado en la revista Primates, aporta nuevas evidencias sobre la diversidad y la flexibilidad del comportamiento de los chimpancés y su capacidad para responder a los cambios climáticos y ecológicos que afectan a su hábitat.