El pasado 01 de diciembre, el Pentágono anunció el nombramiento del nuevo Director de la oficina de investigación OVNI del Departamento de la Defensa, la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios, AARO por sus siglas en inglés. Tras servir desde su creación en julio de 2022, el Dr. Sean Kirkpatrick dejó su puesto al militar Timothy A. Phillips, ex teniente coronel del cuerpo de Marines y miembro del Servicio Nacional de Inteligencia Sénior.
En un comunicado oficial, la página web de la Oficina informó: “Phillips aporta a AARO su amplia experiencia en recolección de inteligencia geoespacial y gestión de misiones, conocimientos especializados que son fundamentales para permitir a los componentes del Departamento de Defensa y la comunidad de inteligencia identificar, caracterizar y resolver con éxito fenómenos anómalos no identificados (UAP por sus siglas en inglés).“ El cambio en la oficina se dió en medio de una ola de quejas que acusaron al Dr. Kirkpatrick de hacer declaraciones falsas sobre los testigos de los programas de recuperación e ingeniería inversa de naves de origen desconocido, así como por fomentar una atmósfera de desinterés, sobre el fenómeno OVNI extraterrestre.
De acuerdo a la Portavoz del Departamento de la Defensa Sue Gough, las primeras prioridades de Phillips al frente de AARO, incluirán entrevistar a empleados actuales y anteriores del gobierno federal, que hayan informado de primera mano sobre incidentes o programas de UAPs a la oficina. Integrar todos los datos de sensores disponibles de la comunidad de inteligencia, y del gobierno federal para ayudar en la evaluación de casos abiertos de UAPs.
Y completar la contratación de personal para todos los alojamientos autorizados de AARO para el año fiscal 2024. Con la promesa de tener una oficina más transparente sobre los programas de recuperación de OVNIS y material biológico de inteligencias no humanas, así como los programas de ingeniería inversa de esas naves recuperadas, la administración del Coronel Phillips, buscará recuperar la confianza del Congreso y la opinión pública.